Oriol se va de vacaciones (por Carlos Pérez Siquier):
“Conservo más de un centenar de cartas enviadas por Oriol Maspons. Manteníamos una correspondencia asidua desde hace muchos años. Le gustaba mandar enormes textos escritos a mano de más de 10 folios de longitud y en papel biblia para pagar menos en correos. La última vez que hable con él fue hace unos 15 días.
Contactó con nuestro grupo en los años cincuenta, a través de la revista fotográfica AFAL, que creamos en la Agrupación Fotográfica Almeriense. Allí se sentaron las bases de la nueva fotografía documental en España que aglutinó a una generación: Ramon Masats, Ricard Terré, Gabriel Cualladó, Paco Ontañón, Xavier Miserachs, Paco Gómez o el mismo Oriol Maspons. Después de caer en sus manos el tercer número de la publicación, se decidió a enviar sus trabajos.
Maspons era un gran teórico, inconformista, rompedor y provocador que se enfrentó con la agrupación fotográfica de Cataluña acusándolos de que allí se hacían fotografías de “salón” que él calificaba de intrascendentes.
Sus imágenes fueron decisivas en la fotografía española de los años cincuenta. En su estudio fotografiaba a las modelos más guapas que pasaban por Barcelona. Todos sentíamos envidia de él. De los cerca de 36 números que publicamos de AFAL, la mayoría se ilustraron con sus fotografías, que eran las más sugestivas de todas.
Al final de sus días jamás hablaba de su enfermedad. Continuaba con la misma ironía de siempre, burlona, disparando dardos envenenados para divertirse, huyendo de la mediocridad y manteniendo el tipo con energía. Era un hombre mordaz en su forma de hablar y en sus imágenes, en las que criticó al poder político, tanto de la dictadura como después. Su obra no presentaba grandes complejidades conceptuales. Se entendía, y por eso llegaba de un modo espléndido a todos los públicos.”
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Oriol is going on vacation (by Carlos Pérez Siquier):
“I keep more than one hundred letters from Oriol Maspons. We maintained a regular correspondence for many years. He liked to send huge handwritten texts over 10 pages in length and bible paper to pay less in the sendings. The last time I talked to him was about 15 days.
He contacted our group in the fifties, through photographic magazine AFAL that we created in Almeria Photographic Association. There were laid the foundations of the new documentary photography in Spain which brought together a generation: Ramon Masats, Ricard Terré, Gabriel Cualladó, Paco Ontañón, Xavier Miserachs, Paco Gómez or the same Oriol Maspons. After falling into his hands the third edition of the publication, he decided to submit his works.
Maspons was a great theorist, maverick, daring and provocative who faced the Catalan photographic group accusing that there were photographs of “living” that he described as inconsequential.
His images were decisive in the Spanish photography fifties. In his study photographing the most beautiful models that passed through Barcelona. All were envious of him. Of the about 36 numbers of AFAL published, most were illustrated with his photographs, which were the most fascinating of all.
At the end of his days he never spoke of his illness. He continued with the same irony as ever, mocking, for fun shooting poison darts, escaping mediocrity and keeping the guy with energy. He was scathing in his speech and in his images, which criticized the political power of both the dictatorship and afterwards. His work showed no major conceptual complexities. It was understood, and so came in a splendid all audiences.”
(via: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/08/12/catalunya/1376302048_515823.html)