“El mundo subterráneo del metro de la ciudad de Nueva York se convirtió en un escenario de encuentro casual con personas de todos los sectores de la vida, ordinarias y misteriosas.
Mis emociones parecían eco de los de los pasajeros que elegí retratar y a veces conversar con – personas que parecían estar cómodas conmigo como si de alguna manera nos conociéramos. En este ambiente opresivo y continuo vis-à-vis, mi enfoque era observar y no atraer la atención, dejando a mi ojo intuitivamente descubrir la realidad bajo la superficie. No oculté mi cámara y disparé muy poco. La distancia que me separaba de mi sujeto era sólo la longitud de mi brazo. No tenía destinos ni expectativas en mente. Cada vez que fui “abajo”, fue con mi corazón.
Tomar fotos en primer plano era nuevo para mí. Me permitió ampliar las expresiones faciales y revelar el estado de ánimo de la gente con más fuerza. Al final del día, pondría en secuencia estos momentos de verdad escondida, como cuadros conectados en una película. Me imagino una vez más, nuevos diálogos entre los jinetes anónimos que viajan a través del laberinto de túneles que crean la vida por debajo – una vida de extraña belleza llena de humanidad.”
— Christophe Agou
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“The underground world of the new york city subway became a stage for chance rendez-vous with people from all walks of life – ordinary and yet mysterious.
My emotions seemed to echo those of the passengers i chose to portray and sometimes converse with – people who seemed to be comfortable with me as if in some way we knew each other. in this oppressive environment and continual vis-à-vis, my approach was to observe and not to attract attention, letting my eye intuitively discover the reality under the surface. i did not hide my camera and shot very little. the distance that separated me from my subject was only the length of my arm. i had no destinations or expectations in mind. each time i went ‘below’, it was with my heart.
Taking close-up pictures was new to me. it allowed me to enlarge facial expressions and reveal the moods of the people more strongly. at the end of the day, i would place in sequence these moments of hidden truth, like connected frames in a film. i would imagine once more, new dialogues between anonymous riders traveling through the maze of tunnels that create the life below – a life of uncanny beauty filled with humanity.”
— Christophe Agou